martes, 29 de octubre de 2013

Poesía de Jairo Póveda Guido

Lectura de las poesías del Estudiante del Profesorado en Letras, Jairo Póveda Guido, a cargo de la Profesora Soledad Marco de Aveiro y del autor mismo.


Nosotros

Nosotros los que hemos anudados los caminos de piedra
los que hemos pasado por el litoral de los años,
diciendo adiós al viejo nombre de las cosas,
los que hemos pateado el viejo tarro de la noche,
sacando un chispazo a la esperanza,
los que tenemos una mirada oxidada
en el hierro del dolor y la rabia,
los que llevamos ecos en las palmas
para sacudirnos del silencio y la soledad.
Nosotros los de siempre
los que hemos cavado hoyos al silencio,
los que vivimos
de costumbre y sueño.
Nosotros los alcanzados,
los que que levantamos sombras en el asfalto,
los que soñamos con metáforas
haciéndoles el amor a las palabras
Nosotros los de siempre
los que llevamos grilletes en el alma,
y brillo en las manos,
 los que caminamos con los pies hundidos
y un sueño de cuarzo,
los que  tocamos el misterio desde el otro lado.
sabiendo que vivimos y morimos.
Nosotros los de siempre...






Con un lenguaje de maíz

Con un lenguaje de maíz
no comprendo por que los vestigios del pasado
se pudren en los labios de Usumacinta y el Xolotlán.
Los dolores de un parto se oyen,
bajo la infinitud muere algo como la vida.
Cuauhtemoc despluma su penacho de luz en el horizonte.
El Tonalpahualii ordena el planeta en el katun de los jaguares.
se esculpe la piedra de Chchen Itza,
se acaba el tiempo de la búsqueda maya
mientras los dioses del Palenque viven
bajo un cielo de Oaxaca y Tikal
Tantecuntli es preñada por zizime,
zules que desgarran la tierra bajo estelas y pirámides.
Se oye aún el grito de un lacandón
irrumpir el cielo de Chiapas -¡ah pero ya no se oye el canto de Quetzatlcóaltl en las                                                                            [montañas de Yucatán y Nicaragua.
Ya no se oye la quena de Aconayapa
haciendo vibrar las piedras de Yucay
Xoloc,Xoloc.
¿Quién volverá a nacer en el molde humano en que nació Yupanqui?




Jairo Javier Póveda Guido

Nacido en Managua, Nicaragua (1960), y nacionalizado costarricense, reside actualmente en Formosa y cursa el Profesorado en Letras, en la Universidad Nacional de Formosa. Sus poesías pueden leerse en diferentes medios virtuales disponibles en internet, también en Facebook.

jueves, 17 de octubre de 2013

Lectura y Escritura: cercanías y lejanías

 Autor: Héctor REY LEYES


El nacimiento de la escritura no solamente significó una nueva forma de comunicarse, sino que, fundamentalmente, posibilitó una nueva organización social, que es el Estado. La escritura, esta nueva forma de significar la realidad, constituyó lo que Juan Samaja llama la macrosemiótica gramatocentrada, es decir, la organización de la sociedad en torno de la palabra escrita.

Pero hasta la Edad Media el autor era un personaje distinto de quien escribía, del escriba. Así, escribir era un oficio. Cuando se inventa la imprenta esta separación se vio acentuada ya que la letra impresa originó nuevos oficios basados en nuevos conocimientos, artesanales todos: el tipógrafo, el impresor, el corrector, etc. Y esto se ha mantenido hasta nuestros días, en los que dentro del mundo editorial, el autor es solamente uno de sus elementos constitutivos. Pero con el advenimiento de la tecnología, y sobre todo con su multiplicación exponencial en las últimas décadas,  este panorama cambió sustancialmente porque ella permite ahora que el creador sea al mismo tiempo autor, tipógrafo y editor. Nosotros tenemos ejemplos interesantes entre nosotros, con estos jóvenes egresados de nuestra carrera, que han editado sus obras de manera artesanal, aprovechando todo lo estético que puede ofrecer el material poco usual en estos menesteres. Pero el mejor ejemplo es la edición artesanal que Humberto Hauff hizo de su novela premiada “El militante”, producida  por  él con la tecnología familiar que ofrecen las computadoras  e impresoras, no guardando diferencias con los libros de tirada masiva, salidos de las grandes empresas editoriales.

Y esto también ha abierto un nuevo panorama porque gracias a la tecnología el texto incorpora elementos de la imagen (figuras,  colores, tamaños, movimientos, etc.). No obstante, su uso provoca dos miradas diferentes y casi opuestas, porque mientras por un lado ese potencial es visto como un enriquecimiento en las posibilidades expresivas, por otro, se piensa que su uso termina por  considerar al lector como incompetente para cumplir una lectura del texto lisa y llana, pudiendo él hallar lo relevante, y no que el autor o los impresores asuman esa responsabilidad señalándosela mediante subrayados, negritas, viñetas, colores, etc.

No obstante esta evolución registrada de la lengua escrita, no parece haber sido correspondida por la afición a la lectura, no al menos en lo que a las aulas se refiere. Nuestros alumnos, en todos los niveles del sistema educativo formal, registran serias dificultades no solamente para hallar las ideas relevantes de los textos, sino ya en la simple lectura superficial de ellos. Pedir a nuestros alumnos que lean en voz alta, en clase, es visto por muchos docentes como una pérdida de tiempo porque deben ellos terminar con la actividad por las interrupciones y errores de decodificación que entorpecen el objetivo buscado. Y esto, aunque la escuela aumentó los años de escolaridad, no se ha reflejado en resultados más exitosos.

A esta altura de la charla, me parece relevante recurrir a las ideas de dos autoras ineludibles en el análisis de esta temática como son Emilia Ferreiro y Paula Carlino. Justamente la primera de ellas sugiere que es necesario un replanteo de los conceptos de analfabetismo. Ya el primero se debió hacer cuando se vio que muchas personas que fueron escolarizadas un cierto tiempo y que luego abandonaron el sistema educativo sin terminar su formación, al cabo de los años perdían los conocimientos adquiridos, y se debió llamarlos “analfabetos funcionales”, señalando así su diferencia con  quien nunca estuvo en contacto con esos aprendizajes. Pero ella insiste en que hoy por hoy, hay una nueva categoría incorporada sobre todo por los países con mayor desarrollo, que son los iletrados, ciudadanos a los que su educación  básica no les alcanzó como para ser lectores en sentido pleno, que no frecuentan la lectura de  forma diaria,  ni les ha despertado el gusto por ella, y mucho  menos el placer de leer.

Pero en la Universidad se sigue hablando de analfabetismo. Tal es el caso de la investigadora Paula Carlino.  Esta autora habla directamente de alfabetizar a los ingresantes universitarios porque los textos que circulan en el ámbito de esos estudios exhiben diferencias tan sustanciales con los que han frecuentado en la escuela media, que actúan ante ellos como si no tuviesen la formación necesaria para comprenderlos. Puede sonar exagerado, pero no hay que indagar mucho para comenzar a concordar con ella. Ejemplos hay de sobra, y si se busca uno, el más reciente, se puede hallar justamente en la Universidad  Nacional de Cuyo, en la que se ha debido programar un curso (optativo por ahora) para alumnos de los últimos años cuya impericia lingüística les impide aprobar los trabajos escritos. Dicen en esa casa de estudios que cerca de la mitad de los estudiantes que intentan presentar una tesis, ella es rechazada no por su contenido pretendidamente científico o académico, sino por los errores gramaticales que exhiben, y que los torna inaprobables. 

Hace unos años se recibía solamente un 4% de los estudiantes de posgrado. Cifras recientes informan que esa cifra trepó al 9%. Uno podría pensar que se ha avanzado en ese sentido pero en realidad la diferencia  es aparente, porque las que aumentaron son las ofertas de posgrado, abriéndose una multiplicidad de especializaciones que, planteando menores exigencias en los trabajo finales, permite una mayor graduación. Es decir que el problema sigue igual, y la elaboración de los trabajos finales se ha convertido en un verdadero cuello de botella aún irresuelto.

Y si esto pasa en la educación cuaternaria, en las carreras de grado se comenzará a acentuar esta problemática pues las exigencias que se están planteando en la redacción de los nuevos currículos se están profundizando, en particular, en las carreras que están sometidas a acreditación. Basta con ver lo que se ha establecido en estos nuevos proyectos de planes de estudio para las ciencias biológicas y físicas, hablando de la formación en los aspectos lingüísticos:


Biología y Física (Documento de CUCEN)
  • Lectura y escritura académica. Leguajes audiovisuales. Lenguajes Informáticos. Lengua extranjera y/o nativa.
  • El plan de estudios debe incluir actividades dirigidas a desarrollar competencias para la comunicación oral y escrita.
Las carreras de Letras también han trabajado en este sentido, aunque la acreditación está un poco más lejos, y el documento elaborado por la Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación ha propuesto estos temas, en el eje comentado:

 Letras (Documento de la ANFHE)
  • Orientación en  la escritura académica (tesinas, ponencias, monografías, etc.) 
  • Metodologías para el análisis de corpus textuales (formulación de hipótesis, criterios de armado de corpus, relevamiento de la bibliografía primaria y secundaria, etc.)
Creo que viene a cuenta los resultados alcanzados en nuestro proyecto de Investigación, cumplido entre 2010 y 2012 en nuestra Facultad, estando actualmente en la etapa de su redacción final. El problema analizado se planteó a partir de dos circunstancias presentes en nuestra Facultad de Humanidades: por una parte, la alta deserción temprana, registrada particularmente en el primer año de las distintas carreras; y como contracara, el escaso éxito académico que acompaña a esta tendencia. Para nosotros, como hipótesis de trabajo, la relación entre ambos hechos no sería azarosa.

De acuerdo con lo dicho la causa más relevante sería la incompetencia en la comprensión lectora, y su consecuencia inmediata, la exclusión de la comunidad validante, si consideramos al plantel docente como la comunidad poseedora de los saberes, responsable de validar con su evaluación el rendimiento académico de sus alumnos (Samaja, 1994).

Con ello queremos significar que la relación considerada común en la comprensión lectora, esto es la relación autor/texto/lector, en nuestro caso se modifica sustancialmente porque en medio, y como relación paralela, se encuentra la lectura del propio docente, la que será considerada como lectura esperada, mediante la cual evaluará la lectura de alumno, esto es, la lectura/producto.
La idea basal de este proyecto fue la de contrastar las lecturas esperadas del docente con las lecturas logradas por el alumno, a efectos de analizar las asimetrías textuales, de cuyas distancias dependerá el haber comprendido en mayor o menor medida un texto.

Para ello se eligieron tres carreras cuyas disciplinas fuesen contrastivas; así, se eligieron los profesorados en Historia (ciencias sociales), Biología (ciencias experimentales) y Matemática (ciencias formales). De ellas se detectaron dos asignaturas: la que tuviese mayor número de alumnos regularizados, y la que exhibiera menor cantidad de ellos. De cada grupo se seleccionaron dos alumnos, para cumplir con ellos, y sus docentes, entrevistas orientadas a registrar las representaciones tanto sociales, respecto de la comprensión lectora, como textuales, respecto de los aspectos más relevantes del texto bajo análisis.

La mecánica utilizada fue la de solicitar a cada docente que señalara, en un texto de uso habitual en su cátedra, los aspectos relevantes del mismo, juntamente con las pistas que creía eran orientadoras para la comprensión de su contenido. Actividad similar se le presentó a cada alumno seleccionado. A posteriori, se contrastaron ambos grupos de trabajos para comprar las lecturas esperadas del docente con las paráfrasis logradas por los ingresantes.
Algunas de las conclusiones más interesantes pueden ser las siguientes:
  • Es unánime en todos los entrevistados la valoración positiva de la Comprensión Lectora.
  • En general, no sienten que para la Institución sea un problema.
  • Entre los docentes se habla de ella como un problema; entre los alumnos, no.
  • En general, los alumnos no vinculan el problema de la comprensión textual con su propia competencia lectora.
  • Los docentes fincan la comprensión en el nivel lexical, oracional o textual, es decir, en los modelos de codificación/decodificación, lineales y simplificadores. Algunos alumnos incorporan también los elementos no lingüísticos.
  • Varios alumnos manifiestan que, aun habiendo regularizado las materias, no leen la bibliografía. Con las exposiciones del docente les alcanza. La bibliografía dada es vista como excesiva.
  • La lectura en clase no es habitual. Tampoco lo es la que los alumnos cumplen fuera del aula.
  • Las diferencias textuales entre las disciplinas es muy marcada, yendo de textos accesibles hasta otros sumamente densos, lo que implicará estrategias sustancialmente diferentes para su abordaje.
  • Y algo que parece obvio, pero que había que exhibirlo, es la relación directamente proporcional entre lectura y producción escrita: cuanto menos se comprenda, menos se escribe.
Si  sumamos las exigencias de lectura heterogénea que exige el mundo actual, a las que le deberemos sumar las que plantean las nuevas tecnologías, podríamos decir que la escuela promueve un modelo de sujeto alfabetizado pero que la sociedad exige otro. De ahí la idea necesaria de Emilia Ferreiro cuando sugiere replantear el concepto actual de alfabetizado por otro, que lo defina como el sujeto capaz de circular por la diversidad de textos de la cultura letrada. Pero, claro está,  eso aumentaría aún las estadísticas de analfabetismo.

Aún hoy, o tal vez, hoy más que nunca, el libro es un objeto incompleto hasta que no consigue un lector. Mientras nuestras instituciones educativas, en particular las universidades, no asuman esta cuestión como una carencia que derive en políticas de la gestión del conocimiento, deberemos seguir lamentándonos año tras año.  Y una posibilidad de intentar lograr eso sería incorporar a nuestras prácticas docentes la urgencia de concretar en ellas este nuevo concepto de lector: no el que sabe interpretar un código, sino aquel que puede hurgar en las ideas que un autor trató de poner en ese objeto cultural al que llamamos texto, y operar luego con ellas.

Ponencia presentada en el marco del 
VIII Encuentro Provincial de Profesores y Egresados en Letras
Fac. de Humanidades - Universidad Nacional de Formosa
11 de octubre de 2013

Bibliografía básica

  • Carlino, Paula (2005): Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
  • Ferreiro, Emilia (2008). Pasado y presente de los verbos leer y escribir. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
  • Gremiger, Clide; María, C.E.P.; Guiñazú, L;  Elstein, S; Van Bredam, O; Hauff, H.; Varela, J Y Concari, R. (2008). “La formación docente sobre Didáctica de la Lengua y la Literatura: de la representación obstáculo a la evolución crítica”, actas de las Primeras Jornadas de lectura y escritura, Universidad Nacional de Tucumán.
  • Samaja, Juan, (1994). Epistemología y Metodología. Buenos Aires: EUDEBA.
  • Sperber, D. y Wilson, D. (1994). La Relevancia. Comunicación y Procesos Cognitivos. Madrid: Morata.

domingo, 13 de octubre de 2013

VIII Encuentro Provincial de Profesores y Egresados en Letras

Los días 11 y 12 de octubre se llevó a cabo el VIII Encuentro Provincial de Profesores y Egresados en Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Formosa. En dicha cita se rindió un merecido reconocimiento a la trayectoria profesional de las profesoras Gladys Villalba de Boschetti e Hilda Pinnola de Polo, ex profesoras en la carrera del Profesorado en Letras.


"La relación entre lectura y escritura: nuevas propuestas desde la investigación y la práctica"

El lema del encuentro permitió reflexionar a los asistentes en torno a los diferentes abordajes de las macrohabilidades de lectura y escritura, enfocadas desde la lingüística, la semiótica y la literatura, en constante interrelación.

En días sucesivos publicaremos los textos de las ponencias presentadas, para que los lectores puedan tenerlos a su disposición.